La nueva Casa de Santander venia proyectándose desde hacia tiempo.
La fundación se debió al deseo de disponer de una casa donde pasar inadvertidas en caso de anomalías políticas y en que no sería posible permanecer en Ramales, donde ya se disponía de casa y colegio.
En 1933 se preparó la fundación del Colegio guardando la apariencia de maestras seglares, privadas las religiosas de llevar el Santo Hábito, a causa de que el régimen republicano prohibía la expansión de los Colegios Religiosos. De ahí también su nombre “Mercedes”.
En un principio se alquilan dos chalets en las fincas de los señores Noriega, situados casi a las afueras de Santander.
En este lugar se celebró la eucaristía por primera vez el día 1 de Enero de 1934, formando parte de la comunidad las madres Mª de Cervelló Carrió, Mª de la Preciosa Sangre Buisán y las hermanas Mª de la cruz Clarena y Mª Armengol Fernández. Llegando a los pocos días las madre Mª de las Gracias Alzina y Mª Teresa de la Pasión Lamor.
Se inician inmediatamente las labores docentes. No obstante, durante una temporada, tuvieron que cerrar y no sería hasta finales de 1937 cuando se produce la reapertura de la casa de Santander, incluyendo en el proyecto el alquilar el chalet contiguo, habilitándolo para ensanche del Colegio, ya que, acabada la guerra, eran tantas las solicitudes de plazas que la finca actual resultaba insuficiente. Así en 1939 se decidió la compra de una finca cerca de allí de mayor capacidad, propiedad de los Señores Pardo.
La nueva ubicación rodeada de un gran y hermoso parque, la hacía muy adecuado para internado. Llegando a ser de los más numerosos que poseía la Congregación en España.
El aumento constante de alumnas hizo necesaria unas obras de ampliación que tomaron forma en “…un magnífico y moderno pabellón dotado de todos los adelantos pedagógicos.” La obra fue proyectada y ejecutada en poco tiempo y las nuevas instalaciones se inauguraron en junio de 1955. Una década más tarde, el 6 de octubre de 1965, se inauguraba la nueva Iglesia del colegio, que hasta ese momento contaba solo con una pequeña capilla, celebrando la Eucaristía con toda la Comunidad Educativa.